LA CERVEZA. ¡PONME UNAS CAÑITAS, SIN BARRIGA, POR FAVOR!
Buenas gente Fénix!
Seguro que estas semanas ya estamos todos con la vista puesta en las vacaciones veraniegas. Preparando un viaje, contando los días, organizando las semanas sin colegios, con los abuelos de primeros candidatos para hacer de canguros, y rescatando los bañadores para hacer el cambio de armario. El día se alarga y las terrazas y los chiringuitos van ganando terreno en las calles y playas.
Éstos días apetece más que nunca salir a tomar unas cervecitas con los amigos, pero… ,¡NO! La operación biquini al garete!
Es cierto que la sabiduría popular nos ha acostumbrado a decir aquello de “La barriga cervecera”, pero, si una moneda de tres euros es falsa, ésta afirmación también lo es.
A decir verdad, la cerveza es la segunda mejor bebida después del agua. Ya se dio cuenta el Dr Manuel Castillode la Universidad de Granada, en su estudio que presentó en Bruselas en el Simposio de Cerveza y salud.Dónde concluyó que la cerveza hidrata igual que el agua.
A parte de esto, el contenido en cebada, malta, lúpulo y levadura de la cerveza nos aportan un contenido importante de antioxidantes, vitamina D, vitamina E, vitamina C y altas cantidades de vitaminas del grupo B. Estos nutrientes son los responsables de que la cerveza tomada en moderación (una o dos cañas al día) nos ayude a protegernos del cáncer, minimice el riesgo cardiovascular, aumente la masa ósea, nos proteja de la diabetes tipo II, regule la tensión arterial y ayude a prevenir el envejecimiento. Además, el lúpulo concretamente, aporta beneficios anti estrés a causa de su poder relajante.
Todo esto lo podemos disfrutar por sólo 43kcal/100ml (puede variar un poco según el grado alcohólico). Estas calorías son a expensas de hidratos de carbono y el alcohol, porqué la cerveza no tiene grasa. Éste valor calórico es similar al de un yogur desnatado.
El responsable de “La barriga cervecera” y su mala fama es, sin duda alguna, el acompañante de ésta. Siempre acompañamos la cerveza de patatas bravas, chips, pescado frito o pan con jamón.
Ésta combinación es el origen de la mala fama de la cerveza. Sin embargo, si almorzamos una buena ensalada con una ventresca de salmón a la plancha y una buena cerveza, disfrutaremos de una comida muy buena, ligera y sana.
Brinda con una cañita.. sin barriga y como siempre os digo ¡con mucho sentido común!