El beneficio oculto del «running»
No desvelaré nada nuevo si os digo que el «running» o dicho a la antigua «footing», o de una manera más casera «salir a correr» o «ir a estirar las piernas» tiene múltiples ventajas para nuestro organismo. Ventajas como: fortalecer nuestro sistema muscular, disminuir el porcentaje de grasa, contribuir a la generación de endorfinas y potenciar el bienestar, fortalecer nuestro sistema cardio-respiratorio, equilibrar los niveles de azúcar, colesterol y triglicéridos en sangre, mantener un estado saludable, regular la sensación de hambre, entre otros.
Todo esto es cierto, de ahí que yo practico el running de forma amateur cada sábado y domingo. Salgo a correr entre Calella y Sant Pol, por el paseo de la Playa Grande de Calella, por el lado del mar, por medio de Sant Pol y por la arena de la playa. Unos 8 kilómetros en unos 45 minutos. Nada del otro mundo, pero suficiente para promover un estilo de vida saludable.
Lo que me repente cada vez más es que en este circuito, frecuentado por muchos deportistas, cada vez hay más gente con los auriculares puestos y escuchando la radio, música, o incluso hablando por teléfono.
Es evidente que la gente que habitualmente practica deporte enganchado a las nuevas tecnologías se pierde un beneficio muy grande de la actividad física. El acto de hacer ejercicio al aire libre es momento de conectar con la naturaleza, no olvidemos que nosotros formamos parte de ella, escuchar la música de las olas, el canto de los pájaros, mirar como bailan las hojas de los árboles, notar el calor del sol en la piel, notar cómo entra el aire refrescante por dentro la garganta al respirar o como se hinchan los pulmones. Es momento de prestar la atención en nosotros mismos, de escucharnos, de notar el latido del corazón, el bombeo de la sangre, presenciar cómo las piernas se mueven solas por inercia, notar los pequeños dolores que todo el mundo tiene en algún punto u otro, notar los músculos calientes, y reflexionar sobre uno mismo.
Este fenómeno tan beneficioso, pero que queda en segundo término, detrás del beneficio físico, nos permite conectar con nosotros mismos, conocernos y evolucionar personalmente. A medida que haces kilómetros, también avanzas como persona, incluso puedes llegar a resolver problemas que no habías podido resolver en tu puesto de trabajo.
Conectar con la naturaleza y contigo mismo es de las cosas que te hacen sentir vivo, que te hacen ser consciente. A la vez que te permite desconectar del resto: el trabajo, la familia o las redes sociales.
Conócete y dirige tu salud a base de sentido común.
¿Y tú qué haces? ¿Sólo corres o haces algo más?